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Eficiencia energética. Fachada Ventilada o SATE. La envolvente

Si la rehabilitación de un edificio requiere la colocación de andamios, sería recomendable afrontar y mejorar la eficiencia energética y así conseguir importantes ahorros en las facturas de luz y gas. Teniendo en cuenta que, dependiendo del tipo de fachada existente y la modificación que podamos llevar a cabo de la misma, las facturas de gas, electricidad, gasóleo, etc. se reducen fácilmente en porcentajes superiores al 50%, y consiguiendo ahorros de hasta un 80%.

Una opción consiste en la inclusión de aislamiento en las cámaras de fachada, pero es una solución que no aprovecha todas las condiciones de aislamiento de la misma y además, requiere de la intervención en el interior de las viviendas, a lo que no todos los vecinos estarán dispuestos.

La mejor opción, por tanto, será intervenir por la parte exterior de la fachada y sobre su cerramiento. Una fachada rehabilitada mediante una solución de aislamiento térmico en su cara externa (sistema de fachada ventilada o sistema sate) es significativamente más efectiva que otra rehabilitada mediante una solución tradicional (enfoscados monocapa), lo que nos presenta las siguientes ventajas:

 

  • La rehabilitación se ejecuta con la mínima interferencia para los vecinos del edificio puesto que no hace falta trabajar por el interior de las viviendas.
  • Los trabajos que se realicen afectarán a la totalidad del inmueble quedando éste globalmente revalorizado en sus características estéticas y de durabilidad puesto que el aislamiento protege el conjunto del edificio de manera muy efectiva de las inclemencias meteorológicas.
  • Este tipo de aislamiento no reduce la superficie útil del edificio o vivienda.
  • Se corrigen todos los puentes térmicos, de modo que se evitan las paredes “frías”, la falta de confort asociada a ellas y, sobre todo, el riesgo de formación de condensaciones y mohos superficiales.
  • Se mejoran las características de aislamiento térmico y acústico disminuyendo los consumos energéticos por climatización.
  • Se aprovecha la inercia térmica del cerramiento existente (capacidad calorífica de los materiales de construcción). Es muy conveniente aislar por el exterior cuando la vivienda o edificio son de ocupación permanente.
  • Se alarga el periodo de vida útil de la fachada. La pintura sobre enfoscado tiene una vida útil aproximada de 8-10 años, si tenemos en cuenta que una fachada ventilada o una fachada realizada con sistema sate tienen unos periodos de durabilidad de 50 años sin ningún tipo de mantenimiento, estamos hablando de unos ahorros considerables.
  • Es una excelente inversión: Además de los ahorros futuros en las facturas energéticas, hay importantes subvenciones asociadas a la rehabilitación energética que nos permitirá hacer esta inversión de forma más cómoda, con periodos de retorno de la inversión son relativamente cortos.
  • Aumenta la salubridad y el confort del inmueble, revalorizándolo.
  • Protege los elementos estructurales, así como garantiza unas mejoras estéticas y medioambientales.

 

Además de todas estas ventajas, hay que tener en cuenta que, según los planes de la Comunidad Económica Europea, en un plazo no superior a 20 años, estas rehabilitaciones llegarán a ser casi obligatorias.

Con todo esto como introducción, vamos a dar respuesta a las diferencias a las tipologías de sistemas de rehabilitación de fachadas con aislamiento: fachada ventilada y sistema SATE.

La fachada ventilada es un sistema constructivo de cerramiento exterior constituido por una hoja interior, una capa aislante, y una hoja exterior no estanca. Este tipo de fachada permite cualquier tipo de acabados duraderos, gran calidad y ofrece excelentes prestaciones térmicas y acústicas. Es una de las opciones técnicamente más completas para la rehabilitación. Es muy duradera, la que mejor soluciona el aislamiento térmico en verano y la que aporta estéticamente más valor a la edificación rehabilitada.

Sobre la fachada existente del edificio se procede al anclaje de una subestructura metálica realizada en aluminio o acero inoxidable destinada a soportar la hoja exterior de acabado. Entre los elementos que componen la subestructura se dispone de una capa de aislamiento sujeta mediante espigas plásticas o mortero adhesivo sobre la fachada existente.

Una vez colocada la capa aislante, se montan las piezas de acabado. La subestructura permite una cámara de aire de unos pocos centímetros entre el aislamiento y las placas exteriores. Las juntas entre estas placas son abiertas, permitiendo el flujo de aire.

Las placas exteriores pueden ser de diversos materiales: materiales cerámicos, piedra madera, paneles sándwich, etc. La piel exterior o de acabado dispone de ranuras tanto en la parte inferior como en la superior, para permitir la renovación de aire.

La existencia de juntas entre las piezas de fachada evita los problemas típicos de la dilatación, por lo que son fachadas que presentan un buen aspecto durante mucho tiempo. La hoja exterior también amortigua los cambios de temperatura tanto en el aislante térmico como en el impermeabilizante, prolongando su vida útil.

Por último, la existencia de la hoja exterior ayuda a reducir las pérdidas térmicas del edificio: en los meses de verano la piel exterior se calienta creando un efecto convectivo que hace circular el aire en el interior de la cámara. Este “efecto chimenea” desaloja el aire caliente y lo renueva con aire más frío. En los meses de invierno este efecto es inferior siendo el aislamiento térmico interior el que mejora el rendimiento energético.

El coste de este sistema viene determinado por los acabados a utilizar. Para una solución estándar de piezas cerámicas de color ladrillo y 8cm de aislamiento térmico en lana de roca la rehabilitación de una fachada mediante este sistema tiene un coste aproximado (incluyendo el coste de alquiler, montaje y desmontaje de andamios) a partir de 150€/m².

A pesar de que el coste inicial de la inversión es algo elevado, el análisis de la inversión a medio plazo confirma su absoluta competitividad respecto a los sistemas de enfoscados tradicionales.

Sistema SATE (sistema de aislamiento térmico por el exterior). Este sistema tiene una excelente relación calidad/precio y ofrece unas reducciones muy importantes en los consumos y una gama de colores y texturas muy extensa.

El SATE, consiste en la colocación en la cara externa de las fachadas de planchas de aislamiento térmico adherido al muro. La fijación habitual suele realizarse mediante adhesivos y fijación mecánica. Los paneles más habituales están realizados mediante poliestireno expandido siendo cada vez más habituales las planchas de lana mineral. El aislante se protege con un revestimiento constituido por una o varias capas protección, una de las cuales lleva una malla como refuerzo. El revestimiento exterior se aplica directamente sobre el panel aislante.

Tomando como base la fachada existente del edificio, se sujetan las planchas de aislante del espesor necesario. La sujeción se realiza mediante potentes adhesivos y tacos plásticos de gran resistencia mecánica y nulo deterioro por corrosión.

Sobre las placas de aislamiento se aplica un mortero de refuerzo y alisado de la superficie, denominado capa base con un espesor aproximado de unos 2 mm y se aplica directamente sobre el aislamiento, siendo la capa que proporcionará la mayor parte de las prestaciones mecánicas.

Sobre la capa base se aplica un revestimiento decorativo coloreado impermeable al agua de lluvia y transpirable que puede presentarse con distintas terminaciones: rayado, gota, fratasado, liso.

El material de acabado recomendado es sin discusión el mortero acrílico ya que posee una altísima capacidad de impermeabilización y transpirabilidad del vapor de agua, por lo que se ensucian muy poco y son muy resistentes a las acciones meteorológicas, manteniendo su impermeabilidad y su inalterabilidad de los colores a lo largo del tiempo.

El coste de este sistema viene determinado por las terminaciones a emplear. Para una solución estándar mediante 8cm de aislamiento térmico en poliestireno expandido y un acabado acrílico, la rehabilitación de una fachada tendría un coste aproximado (incluyendo el coste de alquiler, montaje y desmontaje de andamios) a partir de 100€/m².:

En resumen, tanto la opción de fachada ventilada como el sistema SATE son excelentes soluciones para la rehabilitación de fachadas, ya que proporcionan una alta durabilidad, un nulo mantenimiento e importantes ahorros a los propietarios de los inmuebles.

Aerotermia. ¿Qué es? Funcionamiento.

La aerotermia es un sistema de climatización que permite, mediante el intercambio de calor, obtener energía del aire para convertirla en calefacción, refrigeración o agua caliente mediante un solo equipo.

Es la tecnología limpia más eficiente, al ser capaz de extraer hasta un 75% de la energía ambiental del aire para su funcionamiento y al mismo tiempo, la que mayor rendimiento ofrece, al aportar más energía que la que consume reduciendo emisiones y ahorrando en nuestra factura energética.

¿Cómo funciona una aerotermia? De forma entendible, podemos decir que aprovecha energía ambiental contenida en la temperatura del aire y convertirla en calefacción, refrigeración o agua caliente (ACS) mediante un solo equipo.

Estos equipos de climatización se basan en un ciclo de refrigeración reversible que utilizan como base la energía del aire para climatizar los diferentes espacios, por tanto, podemos considerar que es una fuente de energía altamente eficiente y totalmente limpia.

Pasos del funcionamiento de una aerotermia.

  • Extracción de la energía del aire. La bomba de calor dispone de una unidad ubicada en el exterior de la vivienda para recoger el aire que se transfiere al interior de la bomba.
  • Evaporador. En el interior de la bomba de calor hay un circuito por el que fluye el refrigerante a muy baja temperatura. En la primera parte del circuito se encuentra el evaporador, lugar donde el refrigerante absorbe el calor del aire en un intercambio de calor y se produce la evaporación.
  • Compresor. El refrigerante en estado gaseoso llega a un compresor que aumenta su presión y por consiguiente la temperatura. Este es debido a que cuando aumenta la presión de un gas, sus partículas se desplazan más rápido y colisionan más veces originando un incremento de temperatura.
  • Condensador. Este elemento actúa como un intercambiador de calor. El refrigerante entra a alta temperatura y cede el calor al agua que va a ser usado para la calefacción y ACS a través del suelo radiante, radiadores de baja temperatura, aire acondicionado Split o fan-coils.
  • Válvula de expansión. Tras ceder el calor al agua, el refrigerante aún se mantiene a una temperatura muy alta para volver al evaporador y captar el calor del aire exterior. Por esta razón ha de pasar por la válvula de expansión, la cual disminuye su presión de forma drástica y con ello, su temperatura, volviendo a estado líquido listo para reinicia el proceso.

Con todo esto, para obtener calefacción en invierno, aire acondicionado en verano y agua corriente sanitaria en nuestra vivienda a través de la aerotermia, el sistema nuestro sistema debe contener una bomba de calor aire-agua, un depósito de inercia y un depósito de ACS.

Bomba de calor. Es el componente principal de la instalación. Hay 2 tipos de bombas de calor:

  • Bombas de calor aire-aire: permiten extraer energía del aire para calentar o enfriar la estancia pero no funcionan para ACS, disminuyendo la rentabilidad del sistema. Esta bomba de calor es la más habitual en el mercado, como el aire acondicionado.
  • Bombas de calor aire-agua: La bomba de calor aire agua o aerotermia es el sistema de climatización que se está imponiendo en el mercado en los últimos años, posicionándose como la climatización ecológica más eficiente.

La eficiencia de una bomba de calor se mide mediante el coeficiente de operación (COP). ¿Qué nos indica este coeficiente? Básicamente el rendimiento, es decir, la cantidad de kWk que es capaz de producir por cada kWh que consume. El COP oscila entre 2 y 6 en función de la temperatura exterior e interior y la calidad de la propia bomba de calor.

Depósito de inercia. Los diferentes modelos de aerotermia llevan un depósito de inercia donde almacenar el agua caliente generada para su uso posterior. Este depósito puede estar integrado en la bomba de calor o separado y recibe el agua caliente de la bomba a unos 45º C, este la mantiene a dicha temperatura hasta que se produce una demanda de calefacción. Es entonces cuando la bomba hace llegar el agua al suelo radiante o a los radiadores de baja temperatura y así calentar la vivienda.

Depósito de ACS. El agua caliente sale de la bomba de calor y va al depósito de inercia de calefacción. En ese trayecto hay una válvula de 3 vías que, cuando se produce una demanda de agua caliente, se acciona cortando el paso hacia el depósito de inercia y desviándolo hacia el depósito de agua caliente sanitaria (ACS). Este depósito de ACS dispone de un serpentín en su interior para mantener el agua caliente y poder ser usada según nuestras necesidades en la vivienda.

Tipos de aerotermia. Un sistema de aerotermia puede estar formado por una bomba de calor monobloc o una bomba de calor bibloc, lo que especifica si el sistema está compuesto por uno o dos equipos.

  • Bomba de calor monobloc: Se trata de una sola unidad exterior dónde se integra la bomba de calor y el módulo hidráulico (hidrokit). Es un sistema mucho más compacto ya que prescinde de la unidad interior y de instalación frigorífica con una instalación sencilla al no requerir instalación frigorífica, menor costo económico al sólo necesitar de su conexión al circuito de calefacción para comenzar a funcionar.
  • Bomba de calor bibloc: Se compone de dos unidades, una bomba de calor o unidad exterior y el módulo hidráulico (hidrokit) o unidad interior. Ambos, permanecen conectados a través de las conexiones de refrigerante y agua adecuadas, siendo el hidrokit el que distribuye la energía calorífica. Este sistema requiere más espacio dentro del domicilio y para su instalación será necesaria una conexión frigorífica integrada en la casa.

Con toda esta información técnica, la pregunta seguirá en el aire y cualquier persona interesada, preguntara…

¿Qué beneficios tiene la aerotermia con respecto a los sistemas actuales para refrigerar, climatizar y obtener agua caliente sanitaria? Uno de los principales beneficios de la aerotermia es el ahorro energético que aporta si lo comparamos con otros sistemas de calefacción más tradicionales.

El primer punto importante es que la aerotermia, al utilizar como fuente de energía la temperatura del aire para la producción de agua caliente sanitaria y climatización (tanto calefacción como aire acondicionado) es considerada una fuente de energía renovable y sostenible.

El segundo punto a tener en cuenta es que es un sistema de eficiencia elevada, esto quiere decir que, la relación entre la potencia calorífica requerida y el consumo eléctrico de la máquina para satisfacer la demanda de calor, proviene del aire exterior, por este motivo su rendimiento es muy superior a los sistemas tradicionales.

El tercer punto, y que en los tiempos actuales más nos preocupa es el ahorro energético. Gracias a que obtiene hasta el 75% de la energía del aire y, por tanto, requiere menos energía eléctrica para su funcionamiento, solo un 25%, el coste de la factura energética se reduce notablemente, llegando a alcanzar un ahorro de hasta el 70% en temporada de calefacción (calculándolo en base a comparativa de consumos reales).

El cuarto punto y no menos importante, ya que es el que sentimos cuando estamos en nuestra casa, es el confort. Al contrario de los sistemas de calefacción mediante combustión, los sistemas de aerotermia ofrecen mejor rendimiento con una temperatura estable a lo largo de todo el día. Además, la aerotermia funciona a bajas temperaturas, con lo que no se producen grandes variaciones de temperatura en los diferentes espacios de la vivienda y la distribución de calor es uniforme.

El quinto punto, y muy importante a lo largo de la vida de los equipos, es su mantenimiento y seguridad. Los equipos con bombas de calor aire-agua carecen de quemador y de cámara de combustión, por lo que no se produce ningún tipo de residuo durante su funcionamiento, esto significa que la instalación necesita poco mantenimiento, pero, si es necesario que la empresa instaladora revise periódicamente el sistema para garantizar la plena eficiencia del mismo.

Estos equipos, al no disponer de un depósito de almacenamiento de combustible como gas, gasóleo o biomasa, el riesgo de sufrir algún tipo de accidente doméstico relacionado es nulo. Es un sistema estanco, lo que significa que en todo momento, el fluido refrigerante se mantiene dentro del circuito sin producir ningún tipo de escape. No produce gases contaminantes convirtiéndose en un sistema de climatización beneficioso para la salud y respetuoso con el medio ambiente.

El sexto punto, muy relevante, el aspecto económico. Una aerotermia, no es una instalación barata de acometer, pero sí que es cierto, que su amortización a medio plazo, teniendo en cuenta los beneficios que se obtienen en la reducción de impuestos y subvenciones para su instalación es una opción muy interesante para cualquier vivienda. El periodo de amortización de la instalación de aerotermia suele situarse entre 5 a 10 años o incluso inferior si combinamos la aerotermia con paneles solares, un complemento de ahorro energético cada vez más usado. Las viviendas con instalaciones de aerotermia consiguen una mejora de la calificación energética. En algunos municipios de España, esta mejora sirve para obtener una reducción en el impuesto de bienes inmuebles (IBI), además de revalorizar el inmueble.

Y por último, tenemos que tener en cuanto que su instalación es sencilla, no requiere de permisos ni trámites administrativos, debido a que las operaciones de montaje no conllevan ningún tipo de obra. Solo es necesario contar con el espacio adecuado para ubicar el sistema y que un técnico cualificado haga la instalación (2-3 días).

No requiere chimenea ni precisa de ningún conducto de evacuación de gases de combustión. No hay dependencia de combustibles fósiles, al usar el aire como principal recurso, la aerotermia requiere únicamente de electricidad para su funcionamiento.

Trabaja a baja temperatura, que es la clave de su eficiencia, Su temperatura de impulsión, o lo que es lo mismo, la temperatura a la que circula el agua por sus emisores es mucho menor que en los sistemas tradicionales.

Esperamos que ahora, tengas un poco mas claro que es una aerotermia y valores si es lo que necesitas para tu vivienda.

Fuentes e imagenes: https://www.activaenergiasrenovables.com/